lunes, 13 de septiembre de 2010

MÉXICO ¡VIVE!

Lo que parecía tardar una eternidad, ya llegó. Después de años de crisis, temblores y demás plagas lastimeras a la vida nacional México llega al segundo centenario de su vida independiente. Es algo que para muchos parecía lejano, y que muchos esperaban con interés para ver la majestuosidad de la celebración.

En 1910, el gobierno utilizó las fiestas del centenario de la Independencia para mostrar al mundo entero su increíble progreso, material, estructural, económico, industrial, incluso cultural y político. Lo “Mexicano” fue la bandera que blandió el gobierno, con el fin de consolidar la cultura del Sistema, y convencer a las naciones poderosas que un nuevo gigante emergía de las cenizas del beligerante siglo XIX, para coronarse como el ejemplo y utopía de sociedad del naciente siglo XX.

Hoy, en este 2010, ¿cómo se levanta México ante las naciones? ¿Somos un país mejor o peor que el de 1910? Somos un país diferente en unos casos, y en otros no. México goza hoy de una alternancia política, una división de poderes muy marcada, una sociedad que recuerda sus raíces pero que posee una identidad mutada de la embestida de nuestro vecino del norte. México sigue igual, en cuestión de inseguridad, de violencia, quizás en mayor grado que en 1810 y 1910; con un futuro incierto, y con las promesas pendientes de justicia y libertad. Los españoles feudales ahora son caciques en los Estados, los indígenas marginados ahora son trabajadores explotados o personas postradas en el comercio informal. Las cortes de criollos y españoles sordos a los reclamos del pueblo, se hacen llamar ahora Diputados o representantes del pueblo. Pero lo que más falta son los Hombres de Estado.

Hidalgo, prócer del movimiento independiente, tuvo una visión de justicia, y la capacidad de identificar la opresión. Las instrucciones recibidas del seminario como hombre devoto de Dios, le brindó la humildad y el conocimiento. Morelos, gran estratega militar, fue el primer hombre de Estado de nuestro país, con un conocimiento de nación y de garantías y derechos, igualmente, “Sentimientos de una Nación” emanados de la cultura sacerdotal y religiosa de su formación. Estos dos hombres, poseían además una cultura, una moral y una ética Nacional, una visión de futuro, y paradójicamente, un futuro que no llegarían a ver.

Ahora, en el 2010, quienes pueden hacerse llamar Hombres de Estado. Estos individuos no ven el beneficio de los partidos o agrupaciones políticas a las que pertenecen, ven el bienestar del país a costa de sus creencias, de sus amigos, de sus partidos. Los Hombres de Estado anteponen el cumplimiento del deber a la permanencia del poder, prefieren garantizar un bienestar nacional a las míseras dadivas por recibir votos.

¡México Vive! A pesar del dolor, de la humillación, de la crisis, de la sangre, de la consternación, la corrupción, y de todo mal atacante a la santa vida del ser humano; ¡México Vive! Ese el grito de verdadera libertad, el grito que cada ciudadano, que cada niño, joven, adulto, debe dar, ¡Vivimos! ¡Viviremos! No importa los embates del mal, no importa la incompetencia de las autoridades, y demás prisiones que la pasividad y el conformismo ha generado.

Mostremos al mundo nuestra dignidad, nuestra unidad, nuestra cultura, somos mejores que cualquiera, y en la historia lo hemos demostrado, por la gracia de Dios y la buena voluntad de cada uno de nosotros, ¡MEXICO VIVE!

2 comentarios:

  1. muy bueno profesor... como dice mexico vive¡¡

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  2. Así es profesor, apesar de todo, ellos quiza no saben como gobernar.. pero claro esta el cambio comienza por cada uno de lo que conformamos este país.. alguien me dijo que existe un punto entre la locura y lo real.. & cuandooo llegamos a ese punto es cuandoo SOMOS DIFERENTES.. bendiciones profesor.. Viviamos, vivimos & viviremos con amor a México!!

    López Portillo

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